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El templo budista que sirve de sede a la comunidad budista Zen Soto de Sudamérica fue fundado en 1955 por Takashina Rosen Zenji. A sus 80 años, pasó tres meses en Brasil realizando actividades de difusión. El 30 de noviembre de 1955, sólo unos días antes de su regreso a Japón el 2 de diciembre, designó dicho templo como filial de los dos templos principales, Eiheiji y Sojiji, en su calidad de sacerdote principal de la Soto-shu.
Los templos existentes sirven como lugar de refugio y buscan constantemente proporcionar un ambiente agradable donde la gente se sienta bienvenida a visitar. Estos templos son muy diversos en términos de ubicación y actividades realizadas. Un templo actúa como un lugar para que los residentes locales interactúen, dando la bienvenida a muchas personas cada vez que hay un evento; otro se precia de un interminable flujo de visitantes, aprovechando su conveniente ubicación para ofrecer diversas lecciones, talleres y bazares; uno tiene un cementerio adyacente rodeado de un entorno natural tranquilo; y otro ofrece una sala de meditación zen para empresas y escuelas donde la gente puede estudiar y capacitarse.
Las enseñanzas de nuestros dos fundadores tienen una amplia difusión, incluso en Sudamérica, al otro lado del planeta. Como parte de las actividades de la comunidad de Sudamérica, se invita anualmente a maestros especiales de baikaryu y a maestros de difusión especiales, realizándo visitas a los templos y sus comunidades. En años recientes, la meditación Zen, tal como fue enseñada por Dogen Zenji, se ha propagado por el mundo, y Sudamérica no es una excepción. Existen más de cien grupos de meditación Zen, de mayor o menor envergadura, a lo largo y ancho del continente. Un importante papel jugado por la comunidad de Sudamérica es el de mantenerse en contacto cercano con estos grupos, ayudándoles a crear una atmósfera propicia para la realización de la auténtica meditación Zen.
Lo que la gente busca en Sudamérica no son sólo servicios conmemorativos, funerales, bodas y oraciones, sino algo más sincero, como qué es exactamente lo que enseña el budismo. Para estas personas que no conocen la cultura japonesa, el sistema de feligreses es un concepto extraño. Los servicios conmemorativos son, por supuesto, un aspecto importante del budismo.
Para entender la importancia de los antepasados, uno también debe entender la cultura japonesa. Como se señaló anteriormente, los sudamericanos tienen interés en la meditación zen, y no son pocos los que vienen al templo a meditar. La meditación zen y los servicios conmemorativos son parte de las enseñanzas de Sotoshu, pero tendemos a pensar en ellas como cosas separadas. En Sudamérica se necesitan actividades evangelizadoras que no hagan esa distinción.
En estos días, se están produciendo rápidos avances científicos y ahora nos encontramos en la era de la sociedad de la información. El mundo se está haciendo más pequeño, como lo demuestra el hecho de que ahora uno puede viajar desde Japón a Sudamérica en el otro lado del globo en 24 horas. Las enseñanzas de nuestros dos fundadores también se están difundiendo por todo el mundo. En esta época de convulsión, creemos que es deber de la Oficina de América del Sur idear actividades de enseñanza que atraigan a personas de todos los orígenes.
Sudamérica es lugar más lejano del globo desde Japón, y no muchos tendrán la oportunidad de visitarlo. Sin embargo, es un lugar lleno de encanto. Si alguna vez tiene la ocasión de visitar Sudamérica, ya sea por asunto de negocios o vacaciones, estaremos encantados de recibir su visita y conocerle. Desde aquí agradecemos de antemano su permanente apoyo.